lunes, 12 de julio de 2010

Cronica di una giornata particolare II

¡Perros días!

Soy un pino de Collserola.

Hoy en día, quizás, caminar no esté de moda, pero he tenido la suerte de gozar de años plenos viendo pasar a mi pie a generaciones de caminantes.

Caminantes alegres o apresurados. Incluso he visto pasar alguno como alma que lleva el diablo corriendo o sobre una bicicleta. No lo entiendo ¿por qué se apresuran?

He conocido durante todos estos años el calor y el frío, pero nunca ha temblado mi tronco, que sentía poco a poco crecer y alzarse hacia las nubes.

Incluso me acuerdo de aquella nevada que me cubrió hace más de cuarenta años. Sí, sí, lo tengo presente en mi memorea arbórea.

Llegué a soportar auténticos vendavales. Y cuando veía caer a mi lado todas aquellas figuras altaneras de pinos majestuosos, apretaba mis raíces y tensaba mis ramas.

Sufrí, sufrí, pero sobreviví. Solo tuve que pagar un pequeño tributo con una pequeña herida en una rama desgajada.

Pero lo que debía ocurrir llegó este invierno con aquella nieve pesada y el temporal que siguió. Hice lo que pude y aguanté los primeros embates, apretando fuerte mis ramas para no ceder.

Pero, al fin, el suelo se abrió a mis pies y sentí el vértigo de la caída, arrastrando en ellas a varios arbolillos menores.

Y aquí estoy en medio de un camino, con mis ramas cegando el paso y sin saber cuándo me llegará el momento de olvidar todo.

Un caminante me cortó una rama. Sentí una tremenda punzada y, al poco tiempo, ví cómo el miembro se separaba de mi cuerpo.

Desde entonces han pasado muchos, pero ninguno se ocupa de mí. Bastante tienen con pasar retorciéndose entre mis tortuosas ramas.

Quizás esto sea todo y así acabe mi tiempo: durmiendo plácidamente sobre un camino hasta olvidarlo todo.

Pero ¿qué veo? Alguien que se acerca en bicicleta. No importa. Estoy seguro que en un momento pasará de largo.

Pero ¿qué lleva en la mano? Noooo, aaargh.

Y sólo alcanzo a pensar : Javier ¿por qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus comentarios. Te has tomado tu interés por esta página y eres bienvenido.

Me agradará sin duda compartir lo que puedas aportar.

Solo te pediré que dejes de lado la descalificación y el comentario destructor.

Y ahora pasa y ponte cómodo.